sábado, 19 de julio de 2008

La integración del niño con Autismo y otros Trastornos Generalizados del Desarrollo a la escuela común. Un enfoque interdisciplinario"


Ya está abierta la inscripción para el curso virtual organizado por la Red de Educación especializada en acciones para la integración de niños con autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo a la escuela común.
El curso virtual dura tres meses y su objetivo es comprender las necesidades de los niños con espectro autista respecto de su aprendizaje, socialización, y bienestar emocional.
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viernes, 18 de julio de 2008

TERAPIA EXPERIMENTAL


Leones marinos, una ayuda para los niños con autismo o parálisis cerebral.
LAURA TARDÓN
MADRID.- Por primera vez, los leones marinos interactúan con niños autistas y con parálisis cerebral cuyas edades oscilan entre los tres y ocho años. Se trata de una experiencia pionera en el mundo que está desarrollando la Fundación Río Safari en Elche (Alicante) y que servirá de base para estudiar en qué medida estos animales tan exóticos pueden mejorar las facultades psicomotrices y emocionales de las personas discapacitadas.
Según indican los expertos, esta terapia experimental, 'la Terapia Asistida con Otáridos (TAO)', es complementaria a otros tratamientos como la fisioterapia o la estimulación temprana, en la que se trabajan cuatro áreas: la emocional, la sensomotriz, la social y la cognitiva. "La particularidad de nuestros leones marinos consiste en que son muy dóciles, aprenden fácilmente y muestran una conducta muy positiva con los niños", ha explicado Silvia Sebastián, psicóloga de la Fundación, a elmundo.es.
Durante el mes de julio y agosto, un total de 11 niños con autismo y parálisis cerebral participan en una terapia experimental en la que interactúan con leones marinos. Este tratamiento se desarrollará en unas 18 sesiones de 45 minutos cada una. Primero, los niños deben habituarse al agua, al equipo de profesionales (tres entrenadores, un psicólogo y un coterapeuta -el león marino-) y al resto de participantes a través de distintos juegos.
En una segunda fase, el pequeño empezará a relajarse con ejercicios individuales en el agua para así adentrarse en el nuevo mundo de la interacción con dos leones marinos: Curro y Aragón, ambos de cinco años de edad. "En las tres fases, el niño estará acompañado de un miembro de su familia (padre o madre) porque sirven de modelo al que el niño podrá imitar en su comportamiento y esto facilita la consecución de los objetivos planteados en cada caso", afirma Silvia Sebastián.

La acogida del tratamiento ha sido "fabulosa", según la experta, ya que "proporciona una experiencia lúdica y de bienestar que además consigue que el familiar acompañante del niño se relaje y disfrute con esta experiencia familiar". Para todos ellos, se trata de una experiencia "muy bonita y especial".
Joaquín, uno de los participantes de este verano, tiene cinco años y presenta un grado severo de autismo, por lo que "no tiene ningún tipo de socialización". Su madre, Mónica, explica: "Si el primer día estaba un poco asustado, el segundo ya se dejaba besar por los leones marinos y les tocaba". Ilusionada, asegura, además, que "para él es un momento de alegría garantizado y sólo por eso ya merece la pena".
Una vez concluidas las sesiones de esta terapia experimental, el equipo profesional analizará los datos recogidos para valorar en qué medida esta terapia con los leones marinos mejora la calidad de vida de los niños autistas y con deficiencias motoras.
"Después de tres sesiones, hemos observado que los niños van evolucionando, ya que muestran menos ansiedad ante lo desconocido y esto posibilitará las mejoras esperables en áreas como la psicomotricidad, la interacción social o el autocontrol, entre otros", concluye la psicóloga.