jueves, 14 de agosto de 2008

Un posible diagnóstico por imagen para la enfermedad de Alzheimer



CRISTINA DE MARTOS
MADRID.- Uno de los grandes retos que afronta la ciencia es dar con la manera de detectar la enfermedad de Alzheimer de forma no invasiva y antes de que esté muy avanzada. Un pequeño trabajo ha tenido éxito empleando la tomografía de emisión de positrones (PET) para localizar en el cerebro de pacientes asintomáticos las placas que caracterizan esta demencia.
Las placas de beta amiloide son las lesiones cerebrales más características del Alzheimer, junto con los ovillos neurofibrilares formados por la acumulación de otra proteína, la 'tau'. Hace algo más de un año, la revista 'Archives of Neurology' hizo públicos los resultados de un experimento en el que se empleó el PET, junto con un marcador, el Pittsburgh B (PiB), para detectar las citadas placas. Entonces, los resultados obtenidos en vida del paciente se compararon con los exámenes realizados postmortem.
Ahora, 10 pacientes sospechosos de padecer el síndrome de Hakim y Adams, que cursa en muchas ocasiones con la aparición de las placas amiloideas han probado la utilidad de esta prueba. Los participantes se habían sometido a una biopsia del córtex frontal gracias a la cual se sabía cuáles de ellos padecían estas lesiones y cuáles no.
El PET reveló que aquellos pacientes en los que la biopsia había certificado la presencia de placas de beta amiloide la captación del marcador PiB era mayor en determinadas zonas del encéfalo, lo que "sugiere –señalan los responsables de la investigación- que esta técnica refleja los depósitos amiloides cerebrales".
En los seis pacientes con pruebas histológicas de la presencia de esta proteína, el PiB se depositó principalmente en el córtex frontal y lateral temporal, zonas en las que se forman las placas cuando la enfermedad de Alzheimer está en sus primeros compases. El marcador también se concentró en el giro cingulado posterior y el núcleo caudado, que se corresponden con lesiones más avanzadas. No obstante, ninguno de los participantes padecía una demencia severa.
Otro de los datos que dan consistencia a las conclusiones de este experimento es que aquellos sujetos con mayor presencia de beta amiloide en la biopsia fueron los que mayor reactividad mostraron en la tomografía.
Los autores, procedentes de la Universidad de Kuopio en Finlandia, aseguran que estos resultados "apoyan el uso del PET con PiB para evaluar la acumulación de beta amiloide en casos de declive cognitivo moderado, enfermedad de Alzheimer o síndrome de Hakim y Adams".
Los expertos creen que las placas que caracterizan el Alzheimer comienzan a formarse décadas antes de que la enfermedad se manifieste en el paciente, pero hoy por hoy, la única forma de detectarlas es en la autopsia o a través de una biopsia del tejido cerebral, que, por su complejidad, sólo se practica en casos de sospecha.
Entre las muchas ventajas que tendría una herramienta para el diagnóstico precoz de esta demencia está su uso en ensayos clínicos con terapias en desarrollo. Monitorizar con el PET a los participantes de estos estudios ayudaría a determinar si el fármaco en cuestión está siendo útil o no.

domingo, 10 de agosto de 2008

Una inyección para recuperar la capacidad del lenguaje en pacientes con Alzheimer

La investigación, llevada a cabo en Los Angeles (EEUU), utilizó un tratamiento dirigido contra el llamado factor de necrosis tumoral alfa (TNF), un componente crucial para regular el funcionamiento cerebral y la transmisión de impulsos neuronales. Los científicos, encabezados por Edward Tobinick y Hyman Gross, sospechan que los pacientes con Alzheimer tienen elevados niveles de TNF, lo que dificulta la transmisión de señales a su cerebro, y les provoca dificultades de memoria, concentración o lenguaje, entre otras.
Por eso utilizaron un tratamiento dirigido para reducir los niveles del factor de necrosis tumoral, denominado etanercept (que se comercializa como Enbrel), y que de momento sólo está aprobado por las autoridades sanitarias para tratar varios tipos de afecciones inflamatorias, como la artritis y la psoriasis.
Nombrar objetos
En total, 12 participantes con Alzheimer de moderado a severo fueron tratados con 25-50 mg semanales de esta sustancia, durante un total de seis meses. En algunos casos, como el de la mujer del vídeo, la mejoría era rápidamente visible por los médicos y por sus cuidadores; incluso en tan sólo unos minutos.
Los pacientes mostraron una clara mejoría de sus habilidades verbales después de la terapia; así como de su memoria y fluidez en el discurso. Los afectados por la demencia lograron mantener conversaciones con sus especialistas, nombrar objetos corrientes, pronunciar con claridad y obedecer las indicaciones verbales que les hacían. Uno de los sujetos, de 78 años, llevaba cuatro meses sin pronunciar una sola palabra.
Aunque reconocen las limitaciones de su pequeña investigación, los investigadores animan a otros colegas a llevar a cabo ensayos clínicos más numerosos y controlados dirigidos en esta línea. En primer lugar, admiten, habrá que aprender a determinar el mejor modo de administración del fármaco, la dosis adecuada y el intervalo de tratamiento.
"Se puede argumentar que se trata de pocos pacientes", reconocen Tobinick y Gross sobre su estudio, "pero en lugar de limitar la relevancia científica de estas observaciones, sería mejor verlas como conclusiones que merecen más estudio".
"Estas conclusiones, además, aportan nuevas pistas sobre los mecanismos patofisiológicos que subyacen a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas", concluye su trabajo. Además, sugiere que la inyección de etanercept "también podría reducir la carga de los cuidadores en el caso de pacientes muy seleccionados con demencia grave".