viernes, 7 de noviembre de 2008

Terapia con perros en residencia de mayores.



La nueva Residencia de Mayores El Balconcillo, de carácter público pero gestionada por una empresa privada (Grupo Amma), instauró el pasado mes de Julio una nueva terapia de ayuda a los ancianos, consistente en la relación de los mismos con perros que les sirven de mascota.


La primera sesión de una experiencia que la residencia realizó en colaboración con un centro de adiestramiento de Cabanillas, "La Campiña", y en ella participarán una treintena de residentes. Será la primera experiencia de un trabajo continuado que se irá desarrollando todos los miércoles por la mañana.


La terapia con perros busca aprovechar valores terapéuticos que pueden aportar las mascotas, para la mejora del bienestar, la sociabilidad y la calidad de vida de las personas mayores.
Desde el Grupo Amma aseguran que hay estudios de expertos en geriatría y gerontología que indican que los animales, convenientemente amaestrados y entrenados, reportan a los mayores beneficios en el ámbito físico, psíquico y social. "En el terreno emocional, son una fuente de alegría y de Estímulo de la afectividad, ya que proporcionan compañía a los residentes cuando comparten con ellos el momento de la terapia. Estas aplicaciones son especialmente importantes en las personas que presentan problemas de sociabilidad, depresión o ansiedad, porque contribuyen a disminuir la sensación de soledad y a abrirse a los demás".

Los perros también son utilizados para el acompañamiento del ejercicio físico de los mayores. "Pueden ser una excusa para obligar a moverse a las personas que necesitan rehabilitación física o que tienen un deterioro en su motricidad, algo que puede estimularse, por ejemplo, acariciando o cepillando a los perros. También se ha demostrado que favorecen el trabajo de la memoria, aumentan la capacidad de prestar atención y aportan calma. Incluso en pacientes con problemas cardiacos se ha demostrado que cuidar y mimar a una mascota puede contribuir a disminuir la tensión arterial", aseguran desde la Residencia.

La empresa que gestiona este recurso asegura que estas terapias asistidas con animales es una de las "señas de identidad" de los centros gerontológicos que gestionan. La primera vez que las aplicaron en 2005, en un centro de Navarra.