martes, 1 de junio de 2010

Alergias más duras que nunca.

La primavera de 2010 está siendo una de las peores para los alérgicos de Andalucía. El temporal del pasado invierno y el clima templado han disparado los niveles de polinización.
Las alergias, tan comunes hoy, son respuestas de rechazo excesivas del organismo a sustancias desconocidas. Lo que se produce es una reacción inmunitaria anómala del cuerpo frente a sustancias que en condiciones normales no deberían producir ningún tipo de respuesta. En entornos naturales, con climas primaverales y con vegetación, las alergias sueles salir plenamente a flote aunque los núcleos urbanos no se libran tampoco de llenar su aire de sustancias muy alergizantes, como ácaros de polvo o polen. Uno de cada cuatro españoles es alérgico al polen, especialmente de garmíneas y olivos, especies típicamente mediterráneas. Esta notable proporción de más del 25% aumenta varios puntos y no ha parado de crecer en Andalucía, donde 2010 será uno de los peores años jamás recordados por los alérgicos ya que esta primavera se ha producido una situación climatológica excepcional. Este pasado mes de febrero ha sido el más lluvioso de la últimas cinco décadas dejando gran mella en el país, sobre todo en la comunidad andaluza. Si las temperaturas se mantienen como vienen jaciendo hasta ahora, el nivel de polen andaluz se duplicará con respecto al año pasado y los anteriores. Javier Monteseirín, presidente de la Sociedad andaluza de Alergología e Inmunología Clínica
(AlergoSur), explicaba hace varios días al respecto que "si deja de llover y hace una temperatura media templada los enfermos polínicos pueden tener problemas y molestias como nunca había sufrido. Sin embargo, no habrá alergías si sigue lloviendo mucho, porque la lluvia baja el polen al suelo, así como si deja de llover pero las temperaturas fueran muy elevadas de golpe, ya que se secaría toda la vegeración. Cualquiera de estas dos situaciones idóneas para los alérgicos al polen no parece que esté dándose en Andalucía".